Soy la belleza de la tierra verde y la blanca luna entre las estrellas y los misterios de las aguas, y llamo a tu alma para que se levante y venga a mí. Pues soy el alma de la naturaleza que da vida al universo. De mí proceden todas las cosas y a mí han de regresar. Sea mi adoración el corazón lleno de gozo, pues todo acto de amor es mi ritual. Haya belleza y fortaleza, poder y compasión, honor y humildad, risa y reverencia en ti. Y aquellos que busquen conocerme, sepan que su búsqueda y su anhelo de nada servirán si no conocen el Misterio: Si aquello que buscas no lo hallas en tu interior, jamás lo hallarás fuera. Pues mira, he estado contigo desde el principio, y soy aquello que se obtiene al final del deseo. |
Hasta que uno no sienta la verdadera alegría de Navidad, no existe. Todo lo demás es apariencia - muchos adornos. Porque no son los adornos, no es la nieve. No es el árbol, ni la chimenea. La Navidad es el calor que vuelve al corazón de las personas, la generosidad de compartirla con otros y la esperanza de seguir adelante.
lunes, 22 de abril de 2013
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